Llevo 15 años impartiendo cursos de fotografía de otoño por varios lugares de nuestra geografía y creo que puedo daros algunas recomendaciones para que vuestra estancia en la montaña sea más cómoda y fructífera. Vamos a empezar de los pies a la cabeza.
El calzado
Pisaremos hojas húmedas, pasaremos zonas encharcadas o cruzaremos pequeños arroyos, así que es importante que sea impermeable con membrana tipo goretex o similar.
¿Zapatilla o bota? Yo recomiendo BOTA o sea, que cubra el tobillo, porque además de protegernos mejor de la humedad, nos sujeta el tobillo evitando lesiones.
Alguna vez ha habido problemas con esas botas que llevaban tiempo en el armario, un alumno se quedó sin sus suelas y tuvo que andar un gran tramo con ellas en la mano. Recuerdo también otras botas que desintegraban su suela a cada paso. Echadle un repasillo a las botas antes de meterlas al maletero. Por cierto, si estrenamos calzado, es importante salir a caminar previamente con el para ir haciéndonos.
Pantalón
Os comento que me gusta llevar a mi. En la maleta siempre hay unas mallas térmicas finas por si veo que la mañana va a ser fría, pero en otoño no las uso casi nunca. El pantalón tipo “montaña” suelen resistir bien las primeras gotas, pero si hay lluvia continua o voy chocando con hierba mojada, al final se va empapando, así que siempre llevo un pantalón de agua que se coloca por encima cubriéndolos.
Torso
Para la parte de arriba me gusta llevar prendas que tengan cremallera central o al menos, una pequeña cremallera en el cuello. Esto nos permite ir abriendo a medida que vamos entrando en calor al caminar y cerrando cuando permanezcamos tiempo quietos.
Generalmente llevo una camiseta térmica de manga larga, un jersey polar, una chaqueta ligera de pluma o fibra y una chaqueta exterior tipo goretex, que nos protege de la lluvia y nos hace de cortavientos. Esto lo vamos poniendo, quitando o combiando acorde a la temperatura y esfuerzo que vayamos haciendo.
La prenda interior no debería ser de algodón, porque se empapa con el sudor y después nos dará frio.
Cabeza y manos
Por la mochila y chaqueta siempre hay unos guantes finos que me permiten manejar bien los diales de mi cámara, suelen estar ahí todo el año. No será la primera vez que me ha tocado usarlos durante el verano en la montaña.
Me gusta llevar una braga para el cuelo y un gorro que cubra las orejas. Aún así, algunas esperas para fotografiar el amanecer una mañana de otoño ventosa, he acabado sufriendo un poco.
Para el equipo
También durante todo el año me gusta llevar en la mochila una funda de agua para el equipo (Estas del enlace vienen en pack de 2) porque son muy ligeras y económicas. Sirven tanto para la lluvia como para el polvo en desiertos o protegernos de todo ese curioso catálogo de sustancias que se lanzaban en fiestas populares tipo vino, harina, tomates, huevos…
Ah, también es importante que compruebes que tu mochila fotográfica tiene una funda para el agua. En caso contrario, te recomiendo que compres una funda universal para tu mochila en alguna tienda de montaña, las hay de diferentes tamaños.
En el maletero de mi coche siempre hay un paraguas grande y si veo que hay previsión de lluvia, lo llevo para la sesión fotográfica. Con el puedo seguir fotografiando mientras llueve y os aseguro que las fotos de los días lluviosos merecen la pena aunque nos cuesten mucho más y sea un poco engorroso manejar trípode, cámara, paraguas…
Venga, que el otoño ya está aquí y hay que salir a fotografiarlo 😉
¡Disfrutad con la fotografía!
Muchas gracias Eduardo, siempre muy interesante. No descarto apuntarme a alguna salida contigo, pero antes, creo que tengo que hacer deberes…, te sigo.
Si alguna vez vienes a fotografíar la Cerdanya, te puedes quedar en mi casa. Estoy viviendo allí.
Un abrazo,
Txús
Muchas gracias por todos tus consejos .