Una noche mágica en el Museo de Historia Natural de Londres

Desde que amaneció, ya teníamos la sensación de que iba a ser una noche diferente. La mañana, que sorprendentemente salió soleada, la dedicamos a recorrer Hide Park y más tarde a conocer el Museo de Historía Natural de Londres, uno de los museos fetiche para los apasionados de las ciencias relacionadas con la tierra y los seres vivos que la pueblan.

Como no habíamos estado nunca intentamos abarcar todas las salas, pero pronto nos dimos cuenta que hacen falta más muchas horas para digerir tanta información. El disco duro de mi cerebro se llenó rápidamente con mis secciones preferidas; la formación de la tierra, las aves y los mamíferos.

A media tarde decidimos que ya iba siendo hora de volver al hotel para cambiarnos y a las 17:45h visitamos la sala de la ballena, donde en teoría se celebraría la gala solo un par de horas después, por lo que al encontrarla llena de visitantes como cualquier jornada nos preguntamos ¿dará tiempo a preparar todo esto para que cenen aquí 500 personas? La verdad es que la organización y puntualidad británica se van a poner a prueba para conseguirlo.

A partir de las 19:00h los invitados íbamos llegando a la puerta del bonito edificio iluminado y al entrar pasábamos por el photocall para hacernos la foto de rigor. Es una gozada conocer y volver a charlar con otros fotógrafos españoles o compartir un cóctel de bienvenida al lado de aquellos que han abierto camino en la fotografía de naturaleza como Frans Lanting, Klaus Nigge o Staffan Widstrand.

A las 20:00h ya podíamos entrar a la sala de la ballena y aquello parecía un milagro.

Las 25 mesas perfectamente alineadas, con sus cubiertos y menú nominativo para cada comensal. La sala deliciosamente decorada y el equipo de sonido, audio, proyección y cámaras de vídeo preparado como si hubieran estado allí desde siempre. Tenemos que decir que los británicos lo habían conseguido, aquello estaba perfecto y en tiempo record. (Pasaros por mi Instagram para ver un vídeo de la mesa). 

Entre plato y plato la presentadora iba dando a conocer los finalistas y premiados de cada categoría que se proyectaban en un gran pantalla en el escenario. Aquí voy a poner la única pega de la noche, porque si te tocaba de espaldas al escenario terminabas con el cuello algo dolorido de girarlo durante tanto tiempo.

Seguramente también habrá quien piense que todo ese lujo no es muy del estilo del fotógrafo de naturaleza, y no le faltará cierta razón, pero es esta quizás la única licencia que se toma este colectivo, más habituados a comer de bocata y dormir en el coche o una tienda de campaña en algún lugar alejado de la civilización y con pocas comodidades.

A las 22:30h ya podíamos pasar a ver la exposición y de camino nos esperaba el postre en mitad de el pasillo. Un decorado de bosque cuyos habitantes eran seres de chocolate en forma de setas o mariposas. Un par de bocados y rápido a ver la exposición.

Es un placer contemplar las obras premiadas en gran formato retro iluminadas. Entre charla y charla repasamos toda la exposición y llegamos a una pequeña sala donde se proyectaba en bucle el trabajo de Frans Lanting y las 25 imágenes seleccionadas por los jueces para la categoría People´s Choice Award (El público elige), que es la última categoría y de la que saldrán los últimos 4 premios Highly Commended y para la cual mi imagen está seleccionada entre casi 50.000 fotografías. Ah, por cierto, aquí es donde os pido el voto para mi foto.

¡Muchas gracias!

Quiero aprovechar para dar la enhorabuena a todos los fotógrafos premiados, en especial a los compañeros españoles por la alta calidad en su trabajo.