Los vecinos de la zona acuden a la playa fluvial a bañarse y a los jóvenes siempre se les puede ver muy activos practicando diversos deportes.
En la gastronomía local, además del vino y algunas frutas, destacan muchos platos compuestos por peces de agua dulce como luciopercas, lucios o los gigantes siluros del Danubio, que llegan a pesar hasta 200 Kg.
Muy cerca de la ciudad podemos visitar el Parque Nacional de Fruska Gora, cuyos montes encontraremos adornados por densos bosques en sus laderas y bellos monasterios en las faldas.
Para conocer el interior de la masa forestal, nada mejor que una ruta en bicicleta de montaña por una de sus pistas y visitar los curiosos monasterios.
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Texto y fotos © Eduardo Blanco Mendizabal